Hoy es viernes y hace un día de novela de misterio: gris, triste, húmedo, desapacible..., pese a lo cual no deja de ser viernes. Eso me hace sentir feliz porque hoy es muy posible que termine el día en una taberna irlandesa con una charla grata y tranquila.
Pero, para hacerle los honores a tan entristecido día, aquí os dejo una soleá con tintes de tragedia extraída de mi primer libro "Tejados de Chocolate". Ojalá pudiera brindaros un cantaor de flamenco y un guitarrista que os la escenificara. Sería perfecto. Como el milagro no es posible, os recomiendo que cerréis los ojos y escuchéis a Vicente Amigo.
Pulsa el enlace Disfruta de Vicente Amigo
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Negra
pena la que tengo
negra
pena que me atrapa
lavarla
quisiera y no puedo
¡Qué
pena que no encuentro agua!
Las
lágrimas de tus ojos
un
día vi por la calle
prestármelas
tú quisiste
y
así mi pena lavarme.
Ni
tus ojos, ni mi pena
de
su pesar se libraron
que
ni el llanto, ni la negra