miércoles, 27 de septiembre de 2017

¡Cuánta prisa, por Dios!

No soporto la gente que está siempre ocupada. Que dicen que lo están, quiero decir.
Esos que van corriendo de un lado a otro salvando el mundo,
que te cuelgan el teléfono de un golpetazo sin decir ni 'hasta luego',
que te piden que les recuerdes lo que ellos deberían recordar.
Los que siempre derivan la conversación hacia sus propios asuntos
para que los animes, elogies, felicites,...bufff...
mientras ponen mirada distraída si les cuentas algo tuyo.
Debe ser que los demás no tenemos nada que hacer en la vida.
Me agotan.
En fin, que me voy, que yo también tengo mucho que hacer.
Ni adiós.

tejadosdechocolate@gmail.com