jueves, 15 de octubre de 2015

Inútil Clarividencia



Rafa siempre dice que si escribiéramos en un papel el futuro de algunas personas y lo releyéramos al cabo de veinte años, no habríamos errado ni un ápice. Porque hay cosas que se ven venir, que avisan de su peligro. Normalmente ocurre que las ve todo el mundo menos el que debería estar más interesado en verlas por ser el futuro receptor de la desgracia que acarrean. Y normalmente, los visionarios no dicen nada, o sí, pero como si no.

Ayer ocurrió eso que Rafa siempre dice. De repente, en medio de la sección de lácteos de Mercadona. 20 años después. Eso lo sabía yo, dije. Pues haberlo dicho, se quejó. Pero si te lo dije de mil formas. Ya lo sé.

No me gustaría que nadie pudiera escribir mi futuro con tal clarividencia en un papel. Que la capacidad de sorprender no se me termine nunca porque entonces estaré muerta.


Al final de la Rambla
me encontré con la Negra Flor
que creció tan hermosa
de su tallo enfermizo

Al final de la Rambla
me encontré con la Negra Flor
¿dónde vas negra rosa,
me regalas tu amor?

Que tu pena fuera sólo por mi culpa
que mi culpa fuera sólo por amor
que los besos, flores negras
de la Rambla son 
  o de un rincón

viernes, 5 de junio de 2015

Gobernar para la Minoría

No puedo evitar escribir esta entrada porque lo que la provoca inunda las calles, los telediarios, los periódicos y la vida diaria de todos los españoles. Me temo que no nos dejan muchos sitios para escondernos de esta avalacha que es la política hoy en día.

La cuestión que me preocupa es cómo puede alguien escoger como eslogan para su campaña electoral "gobernar para la mayoría". ¿Ningún publicista, experto en márketing, asesor de cosas varias o mente lúcida ha sido capaz de deducir la trascendencia de esas cuatro palabras?
Para empezar, el verbo "gobernar". ¿Sólo les interesa eso, gobernar? Nada de colaborar, ayudar, contribuir, incluso valdría organizar... trabajar. ¿Dónde está el sacrificio a los demás que tanto pregonan en "gobernar"? Porque yo no lo veo.
Pero lo que más me provoca es la segunda parte del eslogan: ¿qué pasa con la minoría, señores? Discapacitados, Personas con enfermadades raras, Ancianos, Inmigrantes, Indigentes... añadan ustedes el colectivo que quieran a esta lista.
A esos que los gobierne Rita la Cantaora, como dicen en mi pueblo. O si los escondemos mejor. Bueno, una fotito de vez en cuando para quedar de solidarios, y a otra cosa mariposa.
Un poquito más de sensibilidad no les vendría mal a esta gente que tanto quiere gobernar, y no para decorar sus despachos precisamente, sino para tratar a la Gente, con mayúscula todos ellos.
Ese colectivo ignorado que cada uno tiene clavado en lo más profundo de su corazón es el que da verdadero asiento a la sociedad, el que le pone los pies en el suelo a tanta tontería.

Tienen mucha Torpeza, señores políticos. El resto de calificativos que los ponga la MINORÍA.

tejadosdechocolate@gmail.com

martes, 14 de abril de 2015

La Ciudad de Dios

Quien conozca Córdoba sabrá por qué he titulado mi nueva novela La Ciudad de Dios. 

En su casco antiguo, en sus iglesias fernandinas, en su sierra, en la ribera de su río se respira una atmósfera profunda que no sabes muy bien si está fuera o dentro de ti mismo, pero que te envuelve con vehemencia. Una mezcla entre soledad y compañía que surge de la propia tierra impregnando todo lo que entra en contacto en ella.

¿Sabéis que los que viven a ras de tierra viven más años, con mejor calidad de vida y con una lucidez mental singular? De la tierra brota la vida, de ella captamos la energía que nos mueve y, seguro que por eso, la propia vida nos aboca a regresar a ella llegado el momento.

Córdoba es la ciudad de Dios desde sus entrañas hasta el cielo que la cubre. Deseo firmemente que el libro os guste y cuando algo se desea con tanta fuerza, siempre ocurre.

tejadosdechocolate@gmail.com