sábado, 10 de marzo de 2018

Let's dance

Esta tarde de sábado, mientras espero que una tarta de manzana se me dore en el horno, leo en el periódico la última de dos cabezas perdidas: Donald Trump y Kim Jong-un han decidido quedar una tarde para echar un cafelito, y de paso, hablar de lo que quieren hacer con nuestro mundo.
Programa nuclear, carrera armamentística, bloqueo internacional, régimen hereditario,... pero ¿qué es esto? Estos hombres deben estar mal de la cabeza, lo cual no me extraña a juzgar por los pelos que lucen ambos.
Trastornada por ver en manos de quienes estamos, pongo un rato la radio y enseguida suena Footloose, la canción de esa película de los 80 en la que se prohíbe el baile en un pequeño pueblo americano. Menuda tontería de argumento, estos americanos... ¡como si eso pudiera ser!
Pero, inmediatamente, me viene a la cabeza la noticia del periódico. Corea del Norte, un lugar donde no se baila, ni se canta, ni se escribe, ni se habla, ni se mira. Y si fuera el único...
Una vez más, la realidad supera con muy mala baba a la ficción.

Let's dance
Put on your red shoes and dance the blues
Let's dance
To the song they're playin' on the radio

Ojalá todo el mundo pudiera seguir este sencillo consejo de Bowie. Yo me siento afortunada de poderlo hacer, al ritmo de Footloose, mientras la tarta ya casi está.

tejadosdechocolate@gmail.com

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